almendra que sobre sí misma se vierte y endulza,
todo esto, hasta las estrellas mismas,
es carne de tu fruto: ¡Salve!
Mira, ya sientes cómo nada se aferra a ti;
tu cáscara es el infinito,
donde el denso jugo brota y fluye.
Y desde fuera la irradiación le ayuda,
pues arriba, a gran distancia, tus soles
pasan girando, plenos e incandescentes.
Pero en ti ya se ha iniciado
lo que a todos los soles sobrevive.
Rilke
todo esto, hasta las estrellas mismas,
es carne de tu fruto: ¡Salve!
Mira, ya sientes cómo nada se aferra a ti;
tu cáscara es el infinito,
donde el denso jugo brota y fluye.
Y desde fuera la irradiación le ayuda,
pues arriba, a gran distancia, tus soles
pasan girando, plenos e incandescentes.
Pero en ti ya se ha iniciado
lo que a todos los soles sobrevive.
Rilke